El uso de metales básicos provoca oxidación con bastante facilidad, mientras que ciertas alineaciones o materiales nobles son resistentes la corrosión.
Una de las primeras cosas que hay que realizar es hacer un análisis de la corrosión para detectar que tipo de corrosión se ha provocado. Aquí entra en juego los materiales usados, ya que el cobre y otros metales básicos se oxidan con facilidad, mientras que ciertas alineaciones o materiales nobles son resistentes a la corrosión.
Algunos fabricantes en función de la calidad que se quiera conseguir se pueden utilizar trazas de oro o alineación de níquel y oro que ayuda a tener menos riesgo de corrosión. Es lógico que el coste de producción de usar este tipo de materiales va a ser mucho mayor que otros.
Evitar la corrosión puede ser algo sencillo si se tiene bien localizado ya que se puede solucionar con un revestimiento sobre las áreas de cobre que se encuentran más expuestas. Podemos situar diferentes revestimientos: epoxi, aerosol o máscaras de soldadura que se usan en forma de barrera.
Independientemente de la forma que elijas para eliminar la corrosión es importante analizar y ver que tipo de corrosión podemos tener con el objetivo de elegir la opción más eficiente. Nos podemos encontrar con diferentes tipos como:
- Corrosión por residuo. El fundente es importante durante la soldadura, ya que facilita un mejor proceso para eliminar la oxidación. Antes este tipo de fundentes contenían sustancias químicas como cloro lo que provocaba una corrosión posterior. Pero, los fundentes nuevos usan ácidos orgánicos que solo se descomponen a grandes temperaturas.
- Fallo por corrosión electroquímica. Se puede producir por corrosión galvánica o electrolítica. La galvánica se produce cuando dos metales entran en contacto eléctrico ante un líquido iónico. Este tipo de corrosión se produce entre componentes y trazas, comenzando cuando hay humedad en contacto con conexión eléctrica. Si nos centramos en la conexión electrolítica se produce cuando se contamina un líquido iónico a través de las trazas cercanas. A parte de las trazas, el cobre situado junto a un plano de superficie también tiene grandes posibilidades de oxidarse.
Fuente: Altium
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