La conectividad, la eficiencia y el control remoto son características que otorgará la tecnología IoT en los productos electrónicos y que tendrá un gran impacto en el consumo.
La tecnología IoT, Internet of Things, se refiere a un conjunto de dispositivos electrónicos conectados a internet y que cuentan con sensores inteligentes para transmitir información o incluso controlarlos de forma remota. Un conjunto de soluciones que permiten que grandes industrias como la agricultura, biomedicina, transporte o electrónica de consumo consigan un impacto total en términos de eficiencia.
La gran demanda de esta tecnología ha llevado a acelerar a la industria en busca de crear metodologías en todas las fases, desde la producción de los circuitos impresos hasta su montaje. Los requisitos que todo dispositivo IoT cumple son: la conectividad, control remoto y eficiencia energética. Para ello, el circuito impreso cuenta con un gran valor, ya que a través de sus componentes debe ser capaz de soportar la funcionalidad ofrecida, y por consiguiente, se analizan diferentes aspectos que pueden tener en cuenta:
- Tamaño. Se requieren de tamaños miniaturizados, dónde la gran integración de los componentes juega un papel imprescindible.
- Diseño. El espacio tan limitado requiere de la utilización de PCB multicapa, dónde se debe tener en cuenta las limitaciones respecto a la compatibilidad electromagnética.
- Integridad. La señal de los sensores debe garantizarse en todas las condiciones operativas, por tanto, se debe eliminar cualquier posible acoplamiento.
- Materiales. Este tipo de tecnología favorece al uso de PCB flexibles que facilitan la simplificación del cableado y ofrecen una mayor resistencia.
- Gestión energética. Otro hecho vital que nos ayudará a prolongar la vida de las baterías de este tipo de dispositivos. Será esencial que el consumo energético se calcule en función de todos los tipos de condiciones operativas que vaya a tener el dispositivo.
- Seguridad. Un dispositivo IoT cuenta con transmisión de información y esto debe estar protegida. Ya no sólo se cuenta que la protección debe realizarse en software, sino que se recomienda que también se utilicen mecanismos a nivel de hardware.
- Gestión térmica. Al contar su mayoría con dispositivos de tamaño pequeño es importante tener un buen control de la gestión térmica de la solución. De tal forma, que los fabricantes deben tener en cuenta el diseño de tal modo que se evite la formación de puntos calientes.